Ojalá fijáramos la brisa, o quedara grabada la emoción, o hubiéramos podido sujetar la luz a la palabra; pero luz, emoción, brisa se acurrucan apenas a los pies del poema, besan su frente y enseguida rompen sus lazos, libres. Quedan las huellas que la poesía nos lega cuando camina sobre la disímil materialidad del lenguaje. Nosotros, apalabrados, seguiremos en un viaje vital dentro de la certidumbre de aquello que nos elude. El tiempo se encargará de lo que quede

miércoles, 26 de enero de 2022

Pequeñisima canción para una pastora de nubes



Bajo la máscara de arcilla que nos crearon las tormentas
asoma el mate de las mañanas, el tereré de las tardes
El humo de los asados y el limón de las empanadas árabes
agrieta la coraza de cerámica de los corazones lastimados.
Una luna llena mueve el Neuquén en sus reflejos de serpiente
si a los pies del Cayayén la noche tiene otro modo
la luz de nuestro abrazo compite con los astros.
A veces el tábano del Trocomán se posesiona de la lengua
y hacemos socráticos planteos a los arroyos solitarios
que en la mitad del país huyen de nosotras
hacia parajes menos tristes y otras rocas mas amables.
Pastora de nubes de la cordillera agreste
velloncito compañero de mis días de veranada
que la trashumancia nos encuentre juntas
también en los pastos bajos de las invernadas.





S/t


 Ya sabemos: buscarás un paisaje

para perderte -que es morir- en él.

Ungaretti
Para el tío Humber.
Cuando puedo saco a las bestias a la plaza o al río,
a veces la gracia me permite soltarles la correa
y trazan espiraladas corridas mutuas bajo el sol
y vagabundean guiadas por el olor de los deseos
en los árboles: sin búsqueda, un nudo
peludo por el gusto, por la meadita, por el camino.
El temor constante de que las muerdan otras bestias
que salgan heridas por la territorialidad del afecto
el orgullo en esa imposibilidad babeante que se esconde
detrás de la articulación que siempre es metáfora
a veces mengua la alegría del cuerpo.
Ojalá mis palabras levantaran las orejas
o retornaran a mí con la alegría del Grisín
cuando escucha mi silbido.

Por suerte Mireya no entiende estos planteos
y tira hacia la vida
como si su existencia se acabara en el presente de lo dicho.

miércoles, 8 de abril de 2020



El ideal que amo explora
la soledad de su potencia
potencia su cerco de lo real
realiza el vacío de los cuerpos
descorporiza su angustia y su discurso

se puede discurrir largo, tendido, así
sin ponerle el cuerpo ni siquiera al goce
en una infinita reflexión significante
aligerada por la droga que te mantenga activa.

el ideal que amo no reconoce que existe
el ideal que amo no anhela mi existencia.

miércoles, 3 de julio de 2019

Ghosting



Si yo no estoy
cuidas mi casa, mi perro, mis plantas
en verdad
cuidas que nadie
entre a este lugar
que sentís propio
te atravesás en el camino
impedís la entrada
¡hasta sacaste la tierra
de las ventanas!

Regalos tuyos en cada habitación
los restos de tu choque en mi parrilla
tus flores en mi jardín
De repente, te vas
racionas la atención, a lo felino
colonizador modo
de actualizar ausencia.

viernes, 14 de junio de 2019

De esta sangre que corre...


De esta sangre que corre
y que cantaba
¿te dije?
De esta sangre
que lamiste con denuedo
de esta sangre
alucinada
que recuerda tu palabra
sangre surge del denuedo
denuedo
poeta con la sangre en la palabra
denuedo
pura precaución estilizada
en esta sangre que lamiste
callada.

lunes, 4 de febrero de 2019

s/t

Cargo aún con el collar 
el largo de la correa
la reducción del territorio
la impotencia.

Veo la silueta de una espina 
marcada en el ladrillo


Arde la herida de tu nombre.

martes, 28 de agosto de 2018

Nadie da lo que no tiene

El candil en mis ojos
el resguardo de la noche
la piel sobre otro cuerpo
lo invisible.

Algunos
cobran en grados celsius
el calor que emiten
tiran luz como estiletes
no reconocen el juego de sus llamas
aquella rota
- escalofrío -
por sus andanzas
con la sombra.

El fuego,
abanico de encuentros,
no siempre
no sólo
enciende.

lunes, 27 de agosto de 2018

Te dejo la luz prendida...

Te dejo la luz prendida 
- cachorro por siempre -
mientras estoy a tu lado
para poder mirarnos
que tu dulzura me siga
sobre los peldaños.

miércoles, 8 de agosto de 2018

Des-pa-ci-to

Contar, me digo, no es sólo anotar los precios
también cuentan en la despensa cuando suman
sus voces de dinosaurios al canon social.
Qué hacen ésos?, pregunta el dueño y carnicero, ya hubo lio
¿quien paga los colectivos?
la clienta elegante del barrio elegante pregunta
con un chirrido de señora rubia
¿para que se metió con la iglesia? ¿para qué?
Hablan del aborto sin pronunciar la palabra prohibida.
La dueña y verdulera estampa  contra la bolsa las vainillas
¿cómo hacen para manifestar?,
ésos no trabajan, acuerdan los viejos negociantes
son todos vagos, agrega la esposaverdulera
y rubia y esposa y esposo dicen “vagos”, “esos”, "tipos"
nadie ve a la mujer que elige ahora las naranjas.
La empleada me pesa lo verde y me cobra
apenas lo que entra en la cuenta
ya que no puede descontarme
lo pesado y conservador que acabo de escuchar
La dueña no me ve,
la empleada trabaja,
el dueñocarnicero repite, va a haber lío.
Arranco con el freno de mano puesto
con  la última imagen del negocio:
el viejo carnicero cortará unos bifecitos 
afila el cuchillo en la chaira 
canta "despacito
quiero respirar tu cuerpo despacito"
mientras abraza media res
y la acuchilla

miércoles, 25 de julio de 2018

Venenos


A Rocco lo envenenaron, dijo
y enseguida: que mordía
que peleaba a los otros
que andaba suelto todo el día
algo habrás hecho, Rocco
tus padres humanos no te cuidaron,
igual que a tus hermanos pinchers
que todavía callejean,
indefensos sin tu compañía.
Eso pasa, Rocco
con los negros camorreros
con dueño pero sin amo
que desmerecen a su raza:
vos no sonreías
ni movías la cola a la gente
fuiste un labrador serio
el de sobretodo negro.
Dicen que te envenenó
el tipo a quien mordiste
otro negro en motocicleta,
-en estos barrios, Rocco,
es igual llamarlo asaltante-
así pasa con los negros, dicen
mientras se maten entre ellos...
-y dejan el suspenso,
sus ojos sonríen, es el dinosaurio
que asoma desde adentro-
Rocco, callejero libertario,
alguien odió hasta tu nombre,
de largos atributos pornos
todo lo anterior demostrado
en la reunión canina
de la plaza pública.
A Rocco lo reventaron
y el dinosaurio
con escamas relucientes, avala.
Si mordieras, Rocco, organizado
ahora podría venir una patrulla
verde, del ejército verde
a llevarlos a vos y a tus hermanos
detenidos
luego, desaparecido, ahogado, envenenado
Rocco, guardaespaldas de pequeños
ya no estás suelto
yo no darás mal ejemplo
Rocco ¿y si te envenenó el dinosaurio?

viernes, 13 de julio de 2018

Un gesto tan inútil cómo este poema

Perritos que mordemos la correa

si nos golpea el relámpago de la mirada

vamos al cine a analizar

que pasa sobre las apenadas

urbes de la modernidad

compramos, caminamos, calefactor de la sociedad

tan solo otro espectáculo mas

ya ni siquiera dan pan por este circo

 

Morder la correa amordaza el ladrido

que economía

de instrumentos

esta disciplina

 

el futuro es un arpón clavado en la ballena

¿cuanto músculo hará falta para que se rompa mi correa?

¿para arrancarnos la miseria

cuántos mas habitarán la mierda?

 

clavado al arpón en la ballena del futuro

atado el lazo a la manada

seremos huracán

que reconstruya el mundo



miércoles, 4 de julio de 2018

viernes, 23 de marzo de 2018

Felicidad obligatoria


No debí bajar los ojos
cerrar la boca
afectar mi frente.
Perdón, alegría compulsiva
vibrante el deseo del goce
no saqué espinas de mi corona
ni intenté soltar la cruz.
Perdón, no quise
correr la hiel
evitar la lanza
eludir el latigazo.
Perdón, deconstruída antorcha
sólo soy una mancha más
entre la multitud
fascinada por la pasión.

domingo, 25 de febrero de 2018

Piedra florecida


Una piedra redonda
que alborota el caudal
transparenta el agua.
Así habita el río
en la quietud del medio
la aridez consiente
algún musgo, alga
aferrado a su dureza.
Asentada,
necesita de una potencia
ajena, extraordinaria
para recorrer
aunque sea
algunos metros.
No sabe, piedra
de ganancias o pérdidas
tras el aluvión.


viernes, 23 de febrero de 2018

Las muertes necesarias


Por la ventana llega nuevamente
apagado entre las sábanas
un estruendo bronco.

Cuando nos alcanza
la piel se oxida ante la piedra
el odio que manaba ya hizo su tarea
y es abismo la grieta 
en lo que nos sostenía.

Dentro de lo inexorable
del círculo en el que habitamos
a veces nos es dado
a veces decidimos 
- a pesar de la costumbre
la comodidad o cierto goce-
regalarnos el acto 
de cerrarle la puerta
a la cotidianidad de la tormenta.


domingo, 8 de octubre de 2017

Teriyaki

La carne asada en salsa dulce reluce aún bajo la sombra.
Este rayo de sol te enciende por un momento
aquél en que te mata la mirada.
Rota hacia la reiteración de la isla volcánica
o al continente rendido después de la fritura.
Ahí se prueba
la diferencia.

martes, 12 de septiembre de 2017

s/t

llevo tu dragón de acero
anidado en el pecho.
Otro recuerdo del incendio
-como si pudiera olvidarlo-

viernes, 14 de julio de 2017

Una señal en el aire del pecho

Sentí amainar un cuerpo
alrededor de un corazón enajenado.

Descubrí el sabor del fuego
tras secar la boca insaciable de la ciénaga.

También vi morir atragantados
a quienes mordieron el desgarro.

viernes, 9 de junio de 2017

Romanza de la Niña Rota

Que no hay verde
amor, que no
aunque las ramas estiren sus cogollos
como unas armas en plegaria.

Que no hay rojo
que no, amor
ése frenesí con que se pintan
los labios y las uñas las muchachas.

Que el conglomerado
de violetas y de azules
-amor, que no-
recorre los cauces soñolientos
dónde antes gozaban las cascadas
y cae dentro del seco arco de palabras.

Que ni ante el deslumbrante empujón del mediodía
brillan las entintadas plumas de las flechas
que no, amor, que no:
que no brillan
que no vuelan
que no hay risa.

Que postergar ese acto hasta la tarde
amor, hasta la noche
es simplemente la barbarie.

miércoles, 7 de junio de 2017

cálida casita desvencijada



Estoy en la vereda, el perro gime
a través de la reja
me lame las manos.
En la cálida casita desvencijada
la carne al horno con papas
dorándose en el horno
me recibe desde la entrada.
Peleamos con cariño antiguo.
Frost de entrada, mas risas, un cuarteto
de Beethoven -una fuga- hace el postre.
Hemos comido.
En la cálida casita desvencijada
evado el invierno.

lunes, 29 de mayo de 2017

Después

En la ciudad que no caminaremos
en los rascacielos
(vos eras el centro, mi centro, dijiste: mi centro)
tampoco estarán nuestros cuerpos.

Lo que nos acongoja es el conocimiento
de haber sido tan perfectamente bellos
en aquella mirada,
hoy fantasmática.

martes, 31 de enero de 2017

Opacidad y transparencia.

Agua, pedí; trajiste la jarra
semillena y otro vaso
transparente.
Sobre la mesita de la abuela,
la charla crecía
con la intensidad del afecto.
Lezama, Mairal, la avenida
poblada de autos como siempre
cada mate de poleo y burro
el intercambio
esa alegría renovada
por que el encuentro
en la mugre de un portico
estimula la búsqueda
de lo que revela lo opaco.

Me diste el Cernuda azul
quedó flotando un libro rojo
me traje el cactus que me regalaste alguna vez.

Regué mis plantas antes de partir.


sábado, 21 de enero de 2017

Mundo Nuevo



Es de noche, hay pocos autos.
Grisín sale.
Al rato, golpea la reja con las patas.
Su alegría al verme es infinita
sacude cola y espalda
salta hacia adentro y me lame
en cuanto abro la puerta.
Voy aprendiendo.
Dejo que el animal elija.

sábado, 7 de enero de 2017

Carabás

 In memorian

Mi hocico surcado por las cicatrices del Alfa 
-a quien duplico en peso y en potencia- 
da cuenta de su dominio. 
Me desgarra la cara aún, ahora,
cuando su mera existencia basta 
para que baje la mirada. 

Nací entre cinco y estoy solo 
- mis hermanos 
apretados por el vértigo 
de cruzar la ruta antes de tiempo 
regaron las entrañas por el piso-. 
Yo, al amparo de las rejas,
duermo entre las hojas de verano 
como lo que resta el Alfa.


No ladro, ni muerdo 
aprendí el bordeo del camino
alejado del amor desconozco las caricias
sobreviví por cobarde.

viernes, 6 de enero de 2017